07 mayo 2016

Amor de madre - por @MontseMartí

Como madre, tengo la bendición de disfrutar de dos hijos muy especiales.
Como todas las madres, se me cae la baba viéndoles crecer y me da un vuelco el corazón cuando se ponen enfermos o cuando sufren injusticias. Como todas las madres, pienso que los míos son los más guapos, los más altos (eso sí es verdad, lo dice el percentil de sus cartillas infantiles) y los más cariñosos del mundo entero. Y no me corto un pelo para decírselo y que lo sepan, ¡que lo tengan claro!: para su madre, ellos son lo mejor… como para cada madre lo son sus hijos (eso también me preocupo por que lo sepan).
Por mucho que mis dos “enanos” me regalen los oídos, yo sé que no soy la mejor madre del mundo. No me importa. Creo que esta vida es un camino que discurre en un momento y un lugar concreto y, al igual que los niños no vienen con un libro de instrucciones debajo del brazo, a ningún padre o madre le hacen un examen, tipo “carné de conducir”, que diga si somos aptos para circular por la vida con un hijo a cargo.

No hay comentarios: