27 enero 2016

Casa San Ignacio - Ventilla - Madrid



Ya hemos inaugurado oficialmente esta Casa;  el pasado día 21 fue la fecha elegida.
Pero la venimos habitando hace más de un año … no voy a hablar de la bonita jornada que vivimos ese día sino de cómo esas palabras que escuchamos y tantos gestos que palpamos fueron expresando la experiencia que ya vivimos,  fueron traduciendo en lo concreto la vida de esta Casa y sus habitantes.

Se habló de casa abierta:   al barrio de Ventilla,  a la PAL Madrid,  al mundo … de casa que acoge no solamente a la diversidad de organizaciones que estamos dentro de ella,  sino a todo lo que conlleva ser un lugar social de Compañía de Jesús,  en un espacio concreto:  Ventilla,  donde los habitantes del mismo proceden de muchos puntos del planeta.  Aquí estamos:  Radio Ecca,  Espacio Geranios,  Amoverse Menores,  Hospitalidad Madrid, Casa de la Juventud,  Empresa Amoverse Inserción, Programa Incorpora, Inserción Laboral y Entreculturas.

Por eso la Casa tiene muchas ventanas,  mucha luz,  mucho color, indica pluralidad,  ampliar el horizonte,  observar de cerca y de más lejos,  intuir,  otear por dónde se abren paso las pequeñas o grandes luces de la vida que lucha por resistir,  por permanecer,  por colarse entre las rendijas … y al final brota por doquier.

Al interno de la casa experimentamos,  sus habitantes,  que se respira calor de hogar  -la cocina es el espacio más apreciado, querido y saboreado-  en el sentido hondo de la palabra,  lugar para los “sabores” y para los “saberes” porque se dan los intercambios más frescos y espontáneos,  las sinergias brotan fácilmente en esos encuentros café por medio … nos vamos poniendo nombre, rostro y tarea en la identidad de cada persona dentro de su organización pero respiramos un aire común hecho de “calor” y de “color”.

Pero desde esos espacios íntimos salimos …Por eso nos importa mucho el análisis de la realidad:  desde dónde miramos el mundo;  el desarrollo de habilidades mediante el trabajo en equipo;  la formación y el voluntariado;  y cómo no,  -sería infaltable-,  la espiritualidad ignaciana que da “modo y orden” a nuestras tareas.

Creemos que es un signo de esperanza esta realidad de reencontrarnos desde la diversidad para un mismo fin:  ayudar a que todas las personas vayan encontrando su dignidad como tales,  a que puedan crecer,  madurar,  aprender y des-aprender y juntamente,  en hermandad, caminar hacia ese sueño de un mundo querido por Dios.

Los colores del logo circular expresan lo que queremos vivir cada día:  
Apertura,  Encuentro, Compromiso,  Alegría,  Creatividad.

Os invitamos a visitarnos y si no podéis llegar a Calle Geranios 30,  la web es:

María Luisa Berzosa fi

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