04 julio 2015

La desaparición silenciosa de los colegios católicos en ANDALUCÍA

El 18% de los colegios en Andalucía son concertados. Hay más demanda que oferta, en muchos casos. Sin embargo, no es posible aumentar las aulas concertadas, puesto que la Junta de Andalucía se ampara en la reducción de la natalidad y opta por insertar a los más pequeños en la escuela pública. No obstante, muchos padres de alumnos se quejan de que el Gobierno de Susana Díaz está vulnerando el derecho fundamental de los progenitores a elegir qué educación quieren para sus hijos. “Ahora mismo, la escuela concertada está sufriendo una persecución”.
Lo dice Gemma García, portavoz de la plataforma Mis Padres Deciden, quien explica: “La clase política andaluza quiere imponer un modelo único, pero vamos a luchar por la educación de nuestros hijos, que es la mejor herencia que podemos dejarles”. Y añade: “En una ocasión un político me dijo que eran ellos los que tenían que decidir la educación que recibían los niños”.
“El procedimiento que se ha seguido en Andalucía es el de cerrar aulas poco a poco. Eso no lo frena nadie y el centro acaba desapareciendo. No se trata de grandes medidas, como cerrar 18 colegios de golpe, pero, tras tantos años en el Gobierno, el PSOE ha ido minando la educación concertada”, afirma Jesús Pueyo Val, secretario general de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE).
Por Rubén Cruz

1 comentario:

Bego dijo...

El art. 27 de la Constitución reconoce el derecho a una educación destinada al pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los derechos y libertades fundamentales. En el apartado 3 de este mismo artículo, señala que los poderes públicos deben garantizar el derecho que nos asiste a los padres para que nuestros hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con nuestras propias convicciones.
Es evidente que en los colegios públicos, no se imparte una educación religiosa suficiente para muchos de nosotros y que el ambiente académico y social en los mismos, no propicia el desarrollo de la religiosidad de nuestros hijos..
Es lamentable que desde las instituciones públicas se pretenda priorizar la laicidad del Estado sobre este derecho que nos asiste a los padres católicos. Tendremos que ser los padres los que reivindiquemos nuestros derechos frente a los poderes públicos.
Muchas gracias por su artículo.