03 julio 2015

DESDE MÁLAGA




Al finalizar el curso, como todos los grupos de Colegios, Catequesis, Parroquias, etc. las Hijas de Jesús de Málaga tuvimos la posibilidad de tener un rato de convivencia.
El jueves, día 2 de julio, a las 7 de la tarde estábamos convocadas en la casa de Villa Providencia. Algunas hermanas no pudieron asistir porque tenían otras actividades.

Al comienzo a modo de acción de gracias, tuvimos unos momentos de oración. Recordamos que el tiempo que nos regala el Señor ahora, en el verano, es un tiempo de descanso.




Las prisas, los agobios, los trabajos, las tareas en ocasiones, se apoderan de nosotras. Estamos metidas en una dinámica que muchas veces nos impide disfrutar de las cosas, profundizar en los acontecimientos, vivir con hondura…
El descanso nos acerca a Dios, nos mantiene activas, vivas, despiertas… Queremos descansar y poner el Señor  nuestras preocupaciones y las de nuestro mundo.

También es un tiempo de soñar…Nuestro Dios nos invita a mirar al futuro con esperanza, a buscar nuevos caminos, a soñar un tiempo nuevo, este tiempo de gracia que nos regala la Congregación.. Nos invita a hacer realidad el mensaje del Evangelio, a anunciar, a ser testigos con nuestra realidad, nuestra vida.




A modo de peticiones fuimos presentándole al Señor nuestros deseos e inquietudes.

Nuestra vida está en tus manos, Señor. Danos capacidad de SERVIR a quien necesite nuestra ayuda; INQUIETUD por los otros; INTERÉS por las vidas de quienes nos rodean; CARIÑO para saber compartir los buenos momentos; COMPRENSIÓN para abrazar la debilidad; PERDÓN para siempre construir; SERIEDAD para exigir, pero TERNURA para aceptar.

Danos, Señor, un amor como el tuyo. Capaz de reír y de llorar. Capaz de mirar y percibir lo mejor en el corazón de las personas. Capaz de encarnarse, comprometerse, arriesgar… Capaz de decir la verdad que necesita ser escuchada. De entregarse en todo. Un amor que llega a dar la vida por los suyos, día a día o de una vez.

Danos, Señor, la alegría que brota de ti. La ilusión de anunciarte. La fuerza para seguirte siempre con un corazón grande y generoso. Danos, Señor, la capacidad de contagiar, de incendiar entusiasmo en los demás, de una entrega incondicional. Que seamos lámparas encendidas, capaces de transmitir luz y pasión, capaces de mantener el fuego del amor y capaces de contagiar y encender a otros.

Danos, Señor, lucidez, la que procede de la profundidad que viene del discernimiento
evangélico y de la autenticidad que trae la verdad. Danos, Señor, la fidelidad que nos remite del río a la fuente de donde brota el agua pura, el único que puede saciar nuestra sed de infinito.



Unos momentos de silencio… Y terminamos con esta oración:
Que  al celebrar esta tarde esta convivencia nos sintamos más unidas unas a otras y sepamos caminar juntas, vivir con ilusión y esperanza, aceptar con paciencia nuestra propias debilidades y, ayudarnos a sentirnos de una misma familia, haciendo lo que a cada una nos corresponda para que el Cuerpo Congregación tenga vida y vida abundante.

La Virgen de nuestras fiestas nos acompañó. Ha sido una tarde diferente y bonita.
Por Matilde Blanco FI

No hay comentarios: