Crecí en Chile, uno de los 20 países más desiguales del mundo. Vine a
España antes que la crisis reventara las costuras y mostrara la enorme
fragilidad del crecimiento económico. Veo el avance de la desigualdad
desde la perspectiva de quien ya ha vivido lo que está por venir.
¿Cómo es vivir en un país desigual? Es vivir en un país donde los derechos son bienes que se intercambian a un alto precio. El acceso a la salud, a la educación, a la jubilación, depende de cuánto tengas en el bolsillo. El
esfuerzo que se le pide a una persona pobre para mejorar sus
condiciones de vida es muchísimo más grande que el que necesita alguien
con recursos económicos altos. En la escalera social, los primeros peldaños miden un metro y medio. Los últimos, pocos centímetros.
Por Gaby Jorquera
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