Médicos Sin Fronteras (MSF) reitera su petición a las autoridades sirias
de intervenir en las regiones afectadas por la violencia. La
organización está preparada para movilizar los medios médicos y
quirúrgicos necesarios para atender a las víctimas.
Naciones Unidas y las autoridades sirias finalmente han decidido
poner en marcha un plan de ayuda humanitaria para asistir a las víctimas
del conflicto. Esto supone sin duda un avance en la actual situación
que vive el país. Según los términos del acuerdo al que se llegó la
semana pasada, algunas organizaciones y agencias humanitarias ya
presentes en Siria y que trabajan con refugiados iraquíes podrán
desplegar su ayuda en un plazo aún por determinar.
MSF lleva meses siguiendo la situación en Siria
e intentando infructuosamente conseguir la autorización del Gobierno
para asistir a la población. La organización considera que el actual
acuerdo es insuficiente para responder a las necesidades médicas
existentes. En estos momentos es fundamental atender a las víctimas del
conflicto –heridos y otras personas que necesitan asistencia urgente– y
garantizar la neutralidad de los centros de asistencia médica, un hecho
de vital importancia que no se contempla en las disposiciones del
acuerdo.
La organización médico-humanitaria ya ha denunciado los ataques y amenazas sufridos por el personal médico y los heridos
que buscan asistencia en Siria, el saqueo y destrucción de estructuras
de salud, y la militarización de las mismas, discriminando a los heridos
por el bando al que pertenecen. Así lo pudieron constatar dos equipos
de MSF que consiguieron llegar a Homs y a la provincia de Idlib hace
unos meses.
El acceso de todas las víctimas del conflicto a la atención sanitaria
debería ser pues una prioridad para las organizaciones que están en
conversaciones con las autoridades sirias. Esto pasa por el respeto a la
integridad de los pacientes y el personal sanitario, así como de las
estructuras de salud. Tras 16 meses de incesante violencia, abastecer a
los hospitales con medicamentos y material médico no basta para hacer
frente a la afluencia de heridos. En primer lugar, hay que aumentar la
capacidad asistencial. Los equipos sanitarios sirios tienen que poder
trabajar sin discriminación ni amenazas de represalias y recibir el
refuerzo de equipos médicos para poder actuar de forma imparcial.
MSF reitera su petición a las autoridades sirias de intervenir en las
regiones afectadas por la violencia, mientras sigue dando apoyo a redes
de médicos sirios en Homs, Derah, Hama, Damas e Idlib, mediante el
envío de material y medicamentos desde países vecinos. La organización
también atiende a pacientes heridos o torturados en Siria en un hospital
quirúrgico de Ammán (Jordania) y ha puesto en marcha un programa de
salud primaria y apoyo psicológico para refugiados sirios en Líbano.
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