"El perfil del usuario del albergue San Francisco en Santiago sigue siendo el de
un varón de edad intermedia que vive en la calle o en infravivienda. Sin
embargo, la crisis ha hecho que durante el día vayan al hogar personas
residentes en Santiago que se encuentran en situación límite pidiendo
ayuda y alimentos, o haciendo uso de nuestros servicios, de las duchas,
la asesoría laboral o los cursos formativos". Así lo afirma el rector
guardián del convento, Francisco Castro Miramontes OFM, preocupado por el cariz que
está tomando la situación.
"Alguna noche ya nos hemos visto
desbordados de usuarios y si esto sigue así, no pasará mucho tiempo para
que no demos abasto, lo que implicará articular nuevas alternativas
para dar soluciones".