Juanitatxo de camino
a Belén
(2º capítulo)
Llegó muy pronto a la estación y
mientras esperaba el aviso para subir al tren, la pequeña Juanitatxo observaba
a la gente que esperaba como ella, se fijaba si estaban felices o por el
contrario tristes o enfadados. Y observó
tanto a la gente, que casi no se da cuenta que el tren estaba a punto de
marcharse. Se apresuró y subió en él, enseguida se acomodó y siguió observando,
a la gente, el paisaje….
Llegó la primera parada, en ella se
bajaba gente con sus maletas. De repente se oye una voz que anuncia que todos
los pasajeros pueden bajar, pues el tren tardará un ratito en ponerse en camino
de nuevo.
Juanitatxo, cae en la cuenta que al
sonar el despertador, se había despertado tan rápida que se había dejado
olvidado el equipaje….no llevaba nada. Y pensó:
-“¿Cómo puedo yo prepararme
para este viaje?”
Unas señoras que estaban cerca
comentaban algo de la Navidad, de los belenes, de o que significan estas
fechas, decían que se celebraba la
llegada del Mesías. Contaban que fue un ángel el que le dijo a María que iba a
tener un hijo que le pondría por nombre Jesús.
“Seguramente María y José estarán preparándose
para el nacimiento de su hijo” pensó Juanitaxo. “Voy a prepararme yo también”
Sin más…paró delante de una tienda y entró. Se
compró una mochila que llenó de amor, de sonrisas, de amistad y alegrías. Pero
al lado había otra estantería en la que había muchos juguetes, chuches…que decidió
coger también. Tanto echó en la mochila que apenas podía llevarla sobre su
espalda.
El silbato anunciaba que el tren volvía a
ponerse en marcha, y Juanitaxo entró rápidamente. No había sitio para poder
colocar su mochila, así que la tuvo que poner sobre sus piernas.
¡Cómo pesaba! ¡Y qué dolor de piernas
tenía… pobre Juanitaxo!
Con la mochila en su regazo pasó la noche, y
los días siguientes, mientras pensaba si de verdad era necesario todo aquello
que llevaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario