“Dormíamos, despertamos” era uno de los muchos lemas que desde el 15M
se coreaban continuamente o se podían ver escritos en pancartas en
algunas de las plazas que fueron tomadas por la ciudadanía hace 4 años.
Durante este tiempo se ha dicho muchas veces que el 15M no sirvió para
nada. Se tachó a sus integrantes de utópicos, se les acusó de falta de
concreción en sus propuestas, de falta de organización política…, y tras
el ciclo electoral del mismo 2011 en el que parecía que nada había
cambiado, volvimos al viejo mundo de las mayorías absolutas, de unas
instituciones que daban la espalda a la ciudadanía.
La cosa sin embargo, se iba cociendo por dentro. Y desde CJ hemos podido ser testigos de ello. Ya lo quisimos relatar durante aquellos días de mayo de 2011,
haciéndonos presentes en las plazas y compartiendo el grito de
indignación ante una crisis que estaba haciendo estragos y que nos
imponía aquel mantra del ‘no hay alternativa’. Después quisimos dar a
conocer pequeñas y grandes grietas que iban abriendo camino
para dar paso a la esperanza de ese otro mundo posible que ya está en
marcha. Incluso nos atrevimos a elaborar nuestra propia tesis,
compartida con muchos otros: “no estamos viviendo una época de cambios
sino un cambio de época” y lo dejamos por escrito en el cuaderno de
Oscar Mateos y Jesús Sanz, Cambio de época. ¿Cambio de rumbo?.
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