Dedicado a todos aquellos que se han cruzado en mi vida, hombres mujeres, ancianos, niños, jóvenes, adultos que a través de sus puertas, ventanas, rendijas y goteras dejaron entrar en mi corazón, luz, brisa, fuego, viento del Ruah que va transformando, modelando nuestro interior que no está hueco.
Sería injusto si no hablara de vosotros que en mi camino vuestro ejemplo ha sido y es estímulo para templar el corazón y vivir con pasión el amor a Jesús: Francisco, Jacinta y Lucia; Juan Pablo II, Juan XXIII , Pablo VI, Teresa de Calcuta,, Hermano Roger, Padre Arrupe, Madre Cándida de Jesús, Antoñita Bandrés, Sor Eusebia Palomino, Isabel de la Trinidad, Hermano Rafael, Damián de Molokai, Carlos de Foucauld, Agustín De Hipona, Francisco de Asís, Clara de Asís Francisco Javier, Teresa del Niño Jesús. Ignacio de Loyola, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Juan Bosco, María Dominga Mazzarello, François-Xavier Nguyen van Thuan; Carlo Mª Martini, Oscar Romero., Helder Cámara, San José esposo de María, santos y santas, rogad por nosotros.
María de Nazaret, madre de Jesús, madre nuestra, madre mía
Si no lo hiciera reventaría. Tantos años seducido y tocado por ti (Jeremías 20:7), para dedicarme a tus cosas. "Tú en las mías, yo en las tuyas”, me has repetido internamente muchas veces, de todas las maneras, he salido siempre ganando, siempre te lo he dicho y tú con tu suave toque coloquial me lo has confirmado. (Mt 6;25-34)
Eres la música, el paisaje, la armonía, la belleza más sublime, la bondad que no tiene límites ni fronteras y cómo no!, la verdad que rompe todo aquello que intenta atraparte, manosearte, manipularte. Eres libre, limpio, inocente, frescura, ímpetu, novedad, lumbre, rescoldo, rocío, viento (Ex 20;3).
Por Miguel Ruano
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