Con
la publicación de su
primera encíclica, focalizada en el reto ecológico, el
jesuita Álvarez de los Mozos asegura que el papa Francisco desea
«aportar una palabra de cara a la
cumbre que tendrá lugar este año,
en diciembre, en París sobre el
cambio climático».
Patxi Álvarez de los
Mozos
(Bilbao, 1967) dirige en Roma,
desde hace cinco años, el secretariado para la
justicia
social y la
ecología de la Compañía de Jesús.
en 2008 asistió a la Congregación
General 35 y acudirá, el próximo
otoño, a la 36.
En vísperas de la publicación de la primera encíclica del papa Francisco, y que dedicará a la «cuestión ecológica», Álvarez de los Mozos subraya que esta dimensión «enriquece la fe, pues nos está ayudando a percibir, de una manera nueva, la Creación como don primario de Dios», al tiempo que identifica con facilidad sus ecos en la espiritualidad de Ignacio de Loyola: «no sabía qué eran los planetas o las estrellas; no sabía dónde estaban, pero la naturaleza le sería de vehículo para entrar en contacto con Dios».
En la Congregación General 32, celebrada en 1975, la Compañía de Jesús reformuló su misión en términos de «servicio a la fe y promoción de la Justicia». Esto fue un hecho inédito en la historia de la orden de los jesuitas o, incluso, en cualquier instituto religioso. ¿Cómo está contribuyendo la dimensión ecológica a reforzar, matizar o actualizar este cometido?
La opción por el servicio a la
fe y la promoción de la justicia se sitúa en el contexto del sínodo de los obispos de 1971. Es un sínodo que afirma, por primera vez, que la justicia es una dimensión esencial de la fe. En este contexto es donde también se entiende esta formulación dentro de la Compañía de Jesús.
Por Borja Vivanco
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