Esta
iniciativa cuenta con la adhesión de más de 65 entidades sociales,
organizaciones de Iglesia, congregaciones y comunidades parroquiales de
todo el país, que comparten el objetivo de defender unos derechos
laborales cada vez más precarios y promover en nuestro país una
iniciativa de sensibilización y denuncia.
Hace
ahora un año se celebró en Roma un seminario organizado por el
Pontificio Consejo de Justicia y Paz, en el que participaron cerca de
treinta delegados de la Organización Mundial del Trabajo y de
organizaciones de Iglesia. El seminario sirvió para profundizar en una
Declaración conjunta respecto al trabajo decente y a la agenda de
desarrollo post-2015.
Las
organizaciones firmantes consideraban que la erradicación de la pobreza
requiere un compromiso del que son responsables los gobiernos, los
empresarios y las organizaciones de trabajadores, el sector privado y la
sociedad civil. Estos compromisos se basan en la dignidad humana, los
derechos y responsabilidades humanas y la solidaridad.
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