Cansado de expulsar durante tres días a los alumnos más conflictivos de
su centro, Carlos Moreno, director del colegio concertado San Viator
(Madrid), decidió poner en práctica la mediación en sus aulas. «Veíamos
que la sanción por sí sola no funcionaba, y que encima los problemas no
solo no se solucionaban, sino que se enquistaban. Por este motivo
decidimos pasar de un
modelo sancionador o punitivo, a un modelo integrado de convivencia,
basado en la resolución y prevención de conflictos en el origen, siempre
mediante el diálogo», remarca.
Para ello, la dirección del colegio miró hacia centros como el IES
Pradolongo que, con sus casi 20 años de práctica, se ha convertido en
precursor de la mediación escolar en España. Después, pidieron a tres de
sus profesores (Enrique Jiménez, José Antonio Pardo y Raúl Aguayo) que
realizaran un curso sobre Experto universitario en Mediación y
resolución de conflictos en el ámbito escolar. Una vez formados, el
equipo empezó a organizar y aplicar los dos proyectos que, según ellos,
han cambiado de forma notable la convivencia en esta escuela: El
programa «Alumnos ayudantes» (AA) y el de «Mediación escolar» (ME), que
conforman lo que ellos llaman EMTC (Equipo de Mediación y Tratamiento
del Conflicto). «El apoyo que recibimos por parte del resto de
profesores es excepcional, por lo que nuestra experiencia y el proyecto
se enriquecen cada curso», cuenta la coordinadora del programa,
Inmaculada de Miguel.
Por Carlota Fominaya
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