El Arzobispo de Madrid,
Monseñor Carlos Osoro, pronunció hoy unas directas, cercanas y cálidas
palabras a los más de 360 directores y titulares de centros educativos
de Escuelas Católicas de Madrid (ECM) reunidos en la segunda asamblea
ordinaria del curso. “Os necesito. Hoy vengo a pediros que me ayudéis.
Necesito de vosotros para anunciar el Evangelio”, dijo.
Monseñor Osoro dijo estar
convencido de que otro mundo es posible, que estamos en un momento de
cambios, de contradicciones, de incertidumbres… y que desde la Iglesia y
desde la escuela católica podemos hacer un mundo diferente. Para ello,
dijo necesitarse tres cosas: preservar la lozanía de lo que es la
escuela católica tal y como nos la manifiesta el Concilio Vaticano II
con los carismas e instituciones diversas; acoger y acompañar a los
niños y jóvenes con todas nuestras fuerzas pero presentándoles
esperanza, orientación y metas; y no olvidar que el bien más valioso que
tenemos es la comunión.
En este sentido, el Arzobispo
de Madrid subrayó la importancia de la comunión y la unidad. “La escuela
tiene un protagonismo especial en el cambio, en la transformación, en
la creatividad. Cada uno desde sus carismas, con métodos diferentes,
pero prevaleciendo la unidad”, subrayó. En su opinión, la comunión
consiste en afrontar juntos las cuestiones más relevantes que tenemos y,
en concreto, las tres enfermedades más profundas del hombre de hoy: el
desdibujamiento del ser humano, la desesperanza y la desorientación.
Animó también a los directores
y titulares de los centros educativos católicos a abandonar el criterio
de “siempre se ha hecho así”, y les invitó a ser audaces, creativos, a
repensar objetivos, a repensar estilos, métodos… “Hagamos esa pastoral
infantil y juvenil con escuelas creativas de transformación y de
cambio”, insistió.
Este encuentro de Monseñor
Osoro con la escuela católica madrileña, que tuvo lugar en el Colegio
Internacional J.H. Newman, sirvió también para que el Arzobispo de
Madrid presentara las líneas maestras del Plan Diocesano de
Evangelización de la Diócesis que se está elaborando en estos momentos y
para el que pidió colaboración a la hora de desarrollarlo, y ayuda para
llevarlo a cabo. Un Plan que se está diseñando para tres años, que se
irá debatiendo en grupos y cuyo objetivo último es llamar a los
cristianos a que salgan a anunciar la alegría del Evangelio. “Este Plan
no es del Arzobispo, ni de un grupo de expertos, es un Plan que va a ser
de todos”, puntualizó.
Compromiso con la evangelización
La presidenta de ECM,
Concepción Viviente, recogió el testigo y habló en nombre de las
escuelas católicas de Madrid al decir que están dispuestas a colaborar
en ese Plan y a “ser miembros activos de la Iglesia”. “Cuente con
nosotros Don Carlos, estamos a su disposición”, dijo.
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