Hasta hace poco tiempo, se desconocía el enorme potencial de
aprendizaje de los niños en la etapa comprendida entre el nacimiento y
los seis años. Hoy, la teoría de las inteligencias múltiples empieza a
tener cabida; es más, se entiende que las capacidades no se adquieren
sólo con el paso del tiempo, y que el crecimiento depende también de la
cantidad, tipo y calidad de estímulos que se reciben a edad temprana.
Hirukide es uno de los centros escolares pioneros en introducir en el
aula este enfoque didáctico, y ha creado recientemente HEZI, el primer
Centro de Estimulación Temprana de Tolosa, dirigido a familias con hijos
de entre cero y tres años.
No ha resultado ser casualidad. Hace varios años que el centro
comenzó a trabajar la educación emocional conscientes de su importancia
en el aprendizaje, en las relaciones y en el propio proceso personal. De
esta manera, a lo largo de estos últimos años, ha ido incorporando
metodologías acordes con estos objetivos como por ejemplo, el
aprendizaje cooperativo con el que se trabaja por grupos para que cada
alumno pueda mostrar «lo mejor de sí mismo», y el aprendizaje por
competencias, en el que se trata de trabajar capacidades más «globales»
en lugar de contenidos aislados.
Por Elena Arandia
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