Por Mª Luisa Berzosa fi
Comenzamos nuestra última crónica de la Pascua de Navafría 2014 con este grito eje central de nuestra vida cristiana: “No busquéis entre los muertos al que vive; no está aquí, ha resucitado!”.
Fue la exclamación felizmente repetida en nuestra celebración pascual. Ya la muerte no tiene la última palabra; hay otra más fuerte y con mayor sentido para poder ver y sentir la vida de otra manera, con ojos y corazón nuevo.
A lo largo del todo el sábado nos fuimos preparando para la gran Vigilia. Y lo hicimos con el texto de los discípulos de Emaús que leímos en la capilla para iniciar una caminata hasta El Puerto. El lema de hoy fue “¿cómo vives la BUSQUEDA y la ESPERA?”.
Queríamos hacer ese camino en silencio la primera parte, contemplando la naturaleza, saboreando el texto, escuchando las resonancias de nuestro corazón sobre las vivencias de esta Pascua … también Alguien era nuestro compañero caminante, ¿sabríamos descubrirle? ¿nos pasaría como a los de Emaús que se despistaron?...
A un cierto punto nos juntamos en parejas para compartir esa oración personal y fue muy enriquecedor poder hablar desde dentro, con libertad y confianza, experimentando una sintonía común, un lenguaje familiar, unas vivencias muy diversas porque el Espíritu habla e inspira a cada persona “movimientos” concretos que cuando se comparten se multiplican y nos llevan a la gratitud comprometida en la vida cotidiana.
Una vez llegados a la meta: Puerto de Navafría 1773 metros, situado en el límite de las provincias de Segovia y Madrid. Allí pudimos degustar los apetitosos bocadillos y descansar para volver a casa aprovechando los coches de varios participantes.
Pudimos reponer fuerzas con una buena chocolatada y después de preparar cantos y los diversos momentos de la Vigilia pasamos a la celebración por excelencia: la Resurrección. Fue una verdadera fiesta de alegría, cantos, participación y al final una acción de gracias con compromiso para continuar en la vida cotidiana, a la luz de la oración ignaciana: en todo amar y servir: permanecer, rezar unos por otros, no rendirnos, seguir en búsqueda, agradecer la experiencia, deseos de contagiar …
Después de la cena siguió la fiesta hasta bien entrada la madrugada, muy divertida, con participación incansable de todo el grupo … en consecuencia hemos dormido poco porque antes de salir hay que dejar limpia la casa y el autocar también madruga … a las 8.30 comenzó la dispersión.
También antes de separarnos hemos preguntado a algunas personas cuál es el mensaje que se llevan de esta Pascua. Estas son sus respuestas:
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