
Y dejando de lado el discurso preparado rompió el esquema y les dijo: “Son al menos cinco páginas, es un poco aburrido... Hagamos una cosa: yo hago un resumen y lo entregaré al padre Lombardi para que lo tengan escrito. Y en cambio alguno de ustedes me hace una pregunta”, y añadió: “¿Les gusta esto?, bueno vamos por aquí”.
Y, después de indicar que es necesario “apostar por los grandes ideales”, invitó a encontrar la magnanimidad “con Jesús, en la contemplación de Jesús”, porque “magnanimidad significa caminar con Jesús”.
Invitó también a no tener miedo de ser libres, y aludió a la necesidad de balancear esos pasos entre la “seguridad y la zona de riesgo” buscando nuevas formas de educación no convencional según la necesidad de los lugares, tiempos y personas”. Después de estas palabras uno de los jóvenes le preguntó: “Intento ser fiel, pero tengo dificultades. Quería pedirle alguna palabra para sostenerme en este crecimiento y sostener a los jóvenes como yo”.
Francisco: “En el arte de caminar lo importante no es no caerse, pero no quedarse caído. Levantarse en seguida, rápido, y seguir caminando”. Y añadió caminar solo es feo y aburrido. Caminar en comunidad con los amigos, con aquellos que nos quieren, esto nos ayuda, nos ayuda a llegar a la meta a la cual nosotros tenemos que llegar”.
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