
Del estudio como inversión al estudio como desarrollo
Cuando una persona invierte lo hace para obtener unos beneficios…
Trasladando este esquema al mundo de la educación nos encontramos con
que los agentes presentes en este ámbito utilizan la regla de la
inversión: Yo estudio para que el día de mañana… Yo enseño para que a fin de mes… Y así sucesivamente.
Frente a este estudio como inversión, hay otra manera de entender la
inversión que nos lleva a estudiar para adquirir una formación como
persona, que no se limita a unos contenidos que nos harían no tener que
volver a estudiar nunca más, sino que hemos de añadir dos componentes
esenciales: construirnos y darnos la inquietud de buscar y aprender.
Un estudio solidario frente a un estudio individual.
También aquí encontramos dos formas de situarnos ante el estudio. Es
fácil situarme en la universidad preocupándome egoístamente por mi
futuro, preocupándome solamente por las posibilidades de empleo.. Este
es un estudio individualista, que nos lleva a hacer un estudio solitario
buscando nuestro propio interés y fomentando el “sálvese quien pueda”.
Frente a este estudio podemos hacer un estudio en que entren los otros,
un estudio que lleve al intercambio de descubrimientos e ideas,
cooperando en la tarea del estudio, con un planteamiento de solidaridad,
para que nadie se quede atrás ante la complejidad y la dificultad de
algunas materias o trabajos.
Un estudio indiferente o un estudio crítico
Un estudio indiferente es un estudio en el cual no nos afecta la
realidad, que bajo la máscara de estudio pretendidamente neutral, es una
forma de recibir todos los contenidos de forma acrítica, de manera
pasiva (estudio desencarnado). Pero...
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