12 marzo 2012

EN CUARESMA...

Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo.




Cuando Dios no responde a lo que queremos… ¿tenemos también nosotros la intención de despeñarlo?

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