21 junio 2016

Una vida dedicada a ayudar a mujeres prostitutas: así es la historia de la hermana Consuelo

La trata de seres humanos es un negocio criminal en el que siempre se enriquecen los mismos. Las víctimas también lo son: mujeres que viven en condiciones de pobreza y marginación y que son capaces de todo para sobrevivir. Por este motivo nació en 2007 la Fundación Amaranta, cuyo objetivo principal es favorecer la incorporación social de mujeres y adolescentes afectadas por la prostitución y otras situaciones de exclusión. 
PazyBien.es ha podido hablar con una de las religiosas adoratrices que desde 2006 pelea para acabar con la prostitución de mujeres. Se trata de la hermana Consuelo Rojo, una manchega de 35 años que desde los 20 es religiosa adoratriz. Asegura que todas las mujeres que han pasado por la fundación le han enseñado “que la vida es mucho más de lo que se ve superficialmente”. Y sostiene que el hecho de conocer de cerca mujeres sometidas a la prostitución “le han fortalecido” su fe. 

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