Carta nº 319 Mayo 1906
“… el Espíritu Santo con sus frutos de paz, caridad, etc”
Pentecostés
es el recuerdo de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. El Corpus
Cristi, que celebramos ayer, es el recuerdo de la presencia de Jesús en nuestras
vidas. Mañana, 31 de mayo, es la fiesta
del nacimiento de la M Cándida allá por 1845 en el caserío de Berrospe, y es
presencia de alegría, cercanía, libertad, fraternidad, esperanza,... ,
presencia que emana de las presencias anteriores.
Y
todas estas celebraciones ¿qué nos aportan? La M. Cándida nos da la respuesta:
paz y caridad. Frutos del Espíritu Santo para que no perdamos el norte de los
acontecimientos, para que no nos quedemos con la expresión de la calle y
ahondemos en su significado, porque si nos quedamos sólo con lo exterior y nos
quitan eso, entonces nos quedamos desamparados, pero si además de expresarlo
con fuerza por las calles, lo llevamos con más fuerza por dentro, en nuestras
vidas, eso no nos lo quita nadie.
Paz
para vivir (ikiru) y caridad para vivir con los demás como Dios quiere que lo
hagamos. Es la mirada de la cruz: hacia el cielo y hacia la tierra, hacia Dios
y hacia los hermanos. Y ese es el secreto de la felicidad, esa combinación
magnífica entre las dos líneas de nuestra señal de la cruz.
Mañana
es un día grande, mañana recordamos el día del nacimiento de Juana Josefa,
mañana nos vestimos de gala para celebrar con oración, fiesta y solidaridad ese
gran día. Mañana nos vestimos de huertanos para la Eucaristía, despedimos en
esta celebración a los alumnos de 2º de Bachillerato que algunos llevan en el
colegio 15 años y hacemos por primera vez un entorno de solidaridad: talleres,
juegos, chapas, zumba,… La creatividad ha explotado para recordar a la M.
Cándida, pero sobre todo ha supuesto un acercamiento a su figura, a su mensaje,
a su carisma.
No
hay mejor forma para despedir el mes de mayo, las flores dan su fruto en esta
fiesta, todo lo iniciado se cierra en esta fiesta donde María y la M. Cándida
se dan la mano para abrirnos a junio con la tranquilidad de un curso más y la
ilusión de poder abrir otro en septiembre.
Me
quedo con una cita para resumir esta gran celebración y me atrevo desde la
humildad de mi conocimiento de la M. Cándida, pero creo que esta cita puede resumir
esta fiesta: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado” Jn. 4,34.
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