16 mayo 2016

Cómo arruinarse con el juego a los 15 años

Los bolsillos. Los bolsillos son el punto débil de Javier, el único indicio visible de la terrible historia que este chaval de 19 años, alto, guapo, sanote, ojos azules y sonrisa seductora esconde dentro. Los bolsillos de Javier siempre están vacíos, desoladoramente vacíos. Ni una triste moneda tintinea en ellos, no contienen el más mínimo rastro de calderilla. Javier está en tratamiento y tiene estrictamente prohibido llevar dinero. Es ludópata, adicto a las apuestas deportivas desde que tenía 15 añitos. Y si llevara dinero encima es muy probable que no lograra resistirse a la tentación y acabase jugándoselo todo, como ha hecho durante los últimos cuatro años hasta sumar deudas de más de 7.000 euros.
Su caso es sintomático. Porque las apuestas deportivas se han convertido en la nueva y principal puerta de entrada de los jóvenes a la ludopatía. La inmensa mayoría de los chavales que hoy cae en las garras de esta patología comenzó a jugar apostando un inocente puñado de euros a un partido de fútbol, a una carrera de galgos, a un encuentro de baloncesto... En las asociaciones de ayuda a ludópatas están alucinados con el número cada vez más enorme de adolescentes (menores incluidos) que les llegan enganchados a las apuestas. Hasta el punto de que hoy en día son la aplastante mayoría, según confirman desde varias de estas organizaciones.

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