14 años fui colegial en las Jesuitinas, de guardería a COU. Recuerdo cuando pusieron el retrato de Antoñita en las escaleras de subida del patio. Tantos años viendo su rostro... Hasta que le pedí a una Madre me diera su biografia. Y me enamoré de su testimonio, de su dulzura, humildad, espíritu de fe.
Gracias Antoñita por tu testimonio que me encandiló y a las Hijas de Jesús que me enseñaron a amar a Dios. Hoy soy sacerdote, y en mi escritorio los retratos de Madre Cándida y Madre Maria Antonia.
A mis maestras en la fe, Madres Carmen, Concepción, Dolores, Hna. Engracia, Guadalupe... Gracias! En mi corazón siempre
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