23 marzo 2016

Sí, es posible gobernar de otra manera


El panorama político nacional ocupa con facilidad nuestras conversaciones en familia, entre compañeros de trabajo o amigos, e incluso con nuestros alumnos. Surge con gran carga de desesperanza, y no carente de preocupación, la pregunta de si es posible un modelo o estilo de liderazgo diferente. Desde nuestra fe cristiana, en plena Semana Santa y a las puertas de la celebración del Triduo Pascual, debemos decir más alto, pues más claro no se puede: “Sí, es posible gobernar de otra manera”. Otra cosa es que lo queramos admitir, asumiendo esta forma de liderazgo en las pequeñas esferas donde lo ejercemos en nuestras vidas, pues criticar siempre es fácil, cambiar las cosas es ardua tarea.
Jesús se lo enseñaba a sus discípulos subiendo hacia Jerusalén, donde iba a ser “entregado a los sumos sacerdotes y escribas; condenado a muerte y entregado a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle” (Mt 20,18-19). Por tres veces comunicó este mensaje a sus apóstoles, en momentos cada vez más íntimos, donde solo ellos estaban presentes, cuando la amenaza se cernía inevitable sobre Él, y sin embargo, ellos parecían no comprender, perdidos en las intrigas de poder que parecen estar grabadas en los entresijos del corazón humano.

No hay comentarios: