22 febrero 2016

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 305

Carta nº 305     Enero 1906
“Agradezco sus felicitaciones, y Dios se lo premie con el ciento por uno y después le dé la vida eterna”

            Siempre es momento para agradecer, siempre. Y cuando Dios está por medio siempre es mejor, porque siempre da más de lo que le pedimos.

            Hoy comparto la perla con una gripe fuerte y recuerdo los baños de la M. Cándida. Cuando el cuerpo no está para nada es cuando tienes que decidir y hacer lo que tienes que hacer. Y sacas de dentro lo que físicamente no puedes.

            Agradezco las palabras de ánimo de todos los amigos.

            Simplemente comparto que no estoy como los discípulos que subieron al monte y quisieron hacer tres tiendas. Ellos querían seguir como estaban en la cima de ese monte.

            Pero lo importante es estar tal como uno está. Dios que siempre nos cuida, seguirá cuidándonos como buen Padre.


            Hoy no puedo más.

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