08 febrero 2016

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 303

Carta nº 303      Enero?  1906
“Si, hija mía, yo la quiero por hija y la perdono todo”

            Esta carta es de las pocas que no tiene fecha, pero parece que corresponde a enero de 1906. Y además es muy cortita, pero es tan intensa como breve. Es de esas directas donde no hace falta escribir mucho pues parece que se deben una aclaración y con pocas palabras les basta.

            Pero descubro tres puntos importantes, como tres grandes perlas dentro de esta perla, dentro de esta corta carta. Me recuerda una conversación entre Dani Rovira y Jesús Calleja, cuando Dani acudió a un reto que le propuso Jesús y en una playa, sentados tranquilamente sobre un tronco, mantuvieron una conversación de esas que hay que escuchar de vez en cuando. Os animo a buscarla en internet. Pues bien, en esta carta aparecen tres grandes oportunidades, retos, acciones, pensamientos,… llamadlos como queráis, pero lo que escribió la M. Cándida en 1906 fue esto:

            Pedir perdón: Esto, curiosamente, coincide con una de las cosas que decía Dani Rovira. Pedir perdón, sentirse en paz con las personas con las que podamos haber tenido algún roce o mal entendido. Y aprovecho para pedir perdón a todos los que he ofendido por algún motivo. Y siento no haberlo hecho cuando debía, quizá me faltó la valentía para hacerlo.

            Ser fiel: Yo creo que ser fiel va muy unido con ser agradecido y con estar enamorado. Uno puede ser fiel sólo por agradecimiento y está bien, pero creo que cuando uno es fiel por estar enamorado, es cuando tiene una fuerza diferente. Cuando el corazón está lleno de amor por alguien es cuando lo demás va apareciendo en la vida y va colocándose en el sitio que le corresponde, pero mi fidelidad es por quien ha llenado mi corazón. Y soy fiel porque estoy enamorado.

            Dar buen ejemplo: Y encima, las dos cosas anteriores, se notan, o debemos hacer que se noten desde el ser. Dar buen ejemplo es ser tú mismo, sin necesidad de esforzarte en dar buen ejemplo. Ser coherente con lo que soy
a pesar de que a veces sea un desastre. Pero sin buscar dar buen ejemplo, más bien buscar ser consecuente y testigo de lo que creo.

            Y sabiendo que Dios nos quiere como hijos, nos cuida como Padre y nos acompaña como hermano.


            

No hay comentarios: