01 febrero 2016

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 302

Carta nº 302    Noviembre 1905
“Jesús y María son los mejores amigos y abogados para la hora de la muerte”

            A la hora de la muerte y  para cualquier hora.

            No hay mejores amigos que ellos, sobre todo porque son de los que nunca fallan y a los que siempre podemos acudir. Y yo creo que la M. Cándida lo sabía y lo ponía en práctica.

            Es difícil tener buenos amigos, de esos a los que le puedes confiar todo, con los que puedes hablar de todo, de esos donde “siempre” y “nunca” son palabras que se les pueden aplicar. “Siempre están y nunca se olvidan”. No es muy habitual y por eso hoy es un buen momento para agradecer a Dios el tener amigos de esos. No imagino mi vida sin esa amistad. Por eso cuando se habla de tesoros que uno tiene, este es uno de ellos, este es uno de esos que hay que cuidar.

            Febrero empieza con amistad. Y al hablar de amistad no se puede hablar en abstracto. Cuando se habla de amistad se habla de personas, y cuando se habla de personas, se habla de rostros.

            Y no puedo dejar de pasar por alto la festividad de Santa Águeda del 5 de febrero. Una fiesta con mucha tradición en Catral y con una multitudinaria romería por la calle que lleva su nombre. Una imagen que representa como una mujer lo tuvo muy claro y confió en Dios para mantener aquello en lo que creía. Ni el dolor ni el sufrimiento pudo ante los caprichos de alguien importante. Hoy sigue siendo una figura relevante en este pueblo.

            Sigue siendo hoy un buen día para seguir dando gracias por tener unos amigos como los que tengo y sobre todo por considerar a Jesús y María como amigos.
           


           

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