“En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza
de Dios como Padre. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra
fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena
de amor el corazón y que consuela con el perdón…Sobre todo escuchemos la
palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de vida y como
criterio de credibilidad de nuestrafe. « Dichosos los misericordiosos, porque
encontrarán misericordia » (Mt 5, 7)”.
Este año Jubilar
recién estrenado, nos va a acompañar con
el mensaje evangélico de la misericordia,
a través de las palabras de Francisco.
Creo que es un regalo para nuestro mundo poder leer y reflexionar sobre
todo esto, aún cuando las prisas de la
vida nos dejen poco espacio para ello.
Tendremos que hacer un esfuerzo porque de ese tiempo dedicado a
interiorizar el mensaje, no solamente se
seguirá una mejor acción en nuestra tarea cotidiana, sino sobre todo, de mayor calidad evangélica, porque ese eje transversal del corazón de
Dios Padre y Madre que es la atención compasiva y misericordiosa a los
demás, nos va permitir poner en el mundo
una gota de bálsamo para suavizar tantas heridas.
Es una invitación
navideña también; no dejemos que se nos
pase sin respuesta.
María Luisa Berzosa
fi
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