Carta nº 297 Octubre 1905
“Ya veo lo que me dice de las clases y niñas. Sí, hay que trabajar para
ver si aumentan animándolas”
A
veces buscamos la clave de muchas cosas, de muchas profesiones, de muchos
momentos en nuestra vida. Pues bien, hoy, en plenas fechas de Navidad,
encontramos la palabra que la M. Cándida nos ofrece: ánimo.
¡Qué
importante es el ánimo! Y cuando queremos algo debemos cuidarlo, debemos buscar
ese ánimo, o mejor dicho, debemos buscar el origen de ese ánimo, de dónde
podemos tener el buen ánimo para poder seguir caminando como nos dice el
evangelio de ayer, después del susto que le dio el niño Jesús a sus padres.
Ayer
celebramos la fiesta de la Sagrada Familia y hoy quiero compartir que esta
fiesta debe seguir vigente todo el año que está a punto de empezar. La Sagrada
Familia de Jesús nos debe llevar a la Familia con la que vivimos, y me refiero
a esa “Familia” en sentido amplio, a esa Familia que supera los lazos de la
sangre. Esa es la auténtica familia, la que nos hace considerar al otro como mi
hermano. Y hay veces que es necesario el perdón y la misericordia para entender
muchas veces a esa familia. Pero ese es el reto, aceptar a los demás como son y
saber lo que tenemos que hacer nosotros. Y eso es compatible y posible.
Iniciamos
la semana en la que despedimos el año 2015 y damos la bienvenida al 2016. Es el
momento donde todos pensamos en los grandes deseos para los 366 días que nos
esperan a partir del viernes. Invito a dedicar unos minutos de silencio, junto
al enorme bullicio de estos días, para
pensar, para serenamente ver qué es lo que deseamos para este año nuevo. Y esos
deseos ponerlos en las manos de Dios para que los cuide y los haga posibles si
es su voluntad. Esa clave de la voluntad de Dios es de la M. Cándida, es muy
propia, porque hay veces que los deseos no se cumplen como uno quiere y no pasa
nada. Los deseos no se pueden imponer sino que se deben desear y si hay alguien
en quien confío para que los cuide, ese es Dios.
Deseo
ver a una persona que vive lejos y está cerca y que además queremos mucho, pero
en las manos de Dios se verá la posibilidad. Y si no puede ser intentaré
descubrir que es su voluntad y que habrá razones que se me escapan, y seguiré
queriendo ver a esa persona pero a la vez seguiré confiando y seguiré
aprendiendo.
Pongamos
en las manos de Dios nuestros deseos, hagamos lo que nos corresponde y
confiemos en su voluntad.
¡¡¡¡¡ Feliz 2016!!!!
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