16 noviembre 2015

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 291

Carta nº 291     Enero 1905
“Yo tampoco la olvido en la divina presencia, para que, trabaje en bien de esta tiernas niñas para que salgan bien educadas y sean buenas cristianas”

            ¡Qué importante es no olvidar! Y aún mucho más importante no olvidar delante de Dios. Qué bueno es recordar delante de Dios a todos aquellos que quieres y pedirle por ellos, pedirle por todas las cosas que necesitamos o simplemente darle gracias por todo lo que recibimos. Y así es como funciona eso de la oración. La M. Cándida no olvidaba. La M. Cándida utilizaba eso de poner y ponerse en la presencia de Dios y dejarle hacer.

            ¡Qué importante es estar al día en la educación, enseñar bien! Utilizar las metodologías que requieren los tiempos es necesario, pero hay algo mejor, algo que complementa e incluso puede superar esta educación: bien educadas y buenas cristianas. Qué claro lo tenía allá por los principios del siglo XX. Que claro tenía que lo principal en la educación es la persona.

            Hace dos días, el sábado 14, hemos tenido la gran suerte de compartir la mañana y la comida con Francesc Torrabla y Carmen (Carma) su esposa. Todo ha girado alrededor del tema de su libro “Pasión por educar”. Simplemente muy bueno y recomendable. Si se nos va la pasión se nos va la vida.


            Me enganchó el prólogo para seguir leyendo y me enganchó concretamente una frase que aparece en la página 8. Tengo que decir que le he dicho esto a una persona muy querida y que me conoce y me ha dicho a la primera la frase que era. No se trata de adivinar sino de descubrir lo importante, lo único, lo que hace que cada día vayamos al trabajo con una sonrisa y podamos descubrir que el día no es para arrastrarse hasta que llegue la hora de salir.

            La frase buscada era: “El obrar fluye del ser”. Y a partir de ahí todo lo demás.

            Tengo que añadir que lo he leído con gusto y que he ido subrayando lo que me decía algo especial, y tengo que decir que al acabar el capítulo 9 la frase que me brotó para escribir fue la siguiente:
            “Buscar con interés el bien de cada persona, ayudándola en su proceso, para hacer emerger en ella lo mejor de sí misma” M. Cándida.

            Poco más que añadir, poco más que teclear y mucho por hacer y mucho por cambiar.

            

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