26 octubre 2015

PERLA ESCONDIDA EN LA CARTA Nº 288

Carta nº 288      Noviembre 1904
“… agradeciéndole mucho que se acuerde de nosotras”

            Yo me pregunto si el ciego Bartimeo se acordaría de Jesús después de recobrar la vista. Y me respondo: Seguro que si.

            Y yo me pregunto si nosotros nos acordamos de Dios y de las personas que nos han ayudado. Seguro que si.

            Dice el evangelio de Marcos que Bartimeo lo seguía por el camino. No es para menos. Todos somos seguidores de Jesús y lo somos porque en algún momento de nuestra vida hemos recuperado una forma diferente de ver el mundo. Eso es como ver para los ciegos y en especial lo fue para Bartimeo.

            Muchas veces en estas perlas he hablado de la comunicación, de la fuerza de la oración y hoy hablo del agradecimiento por acordarnos unos de otros. No importa el medio, da igual que sea por whasapp que por llamada, lo importantes es acordarnos unos de otros. Hoy es un buen día para llamar a alguien y decirle que te acuerdas de él, decirle gracias porque cada vez que lo necesitas está ahí, decirle que le llamas simplemente para oír su voz porque hace tiempo que no sabes de él, decirle… lo que quieras, pero decirle, … agradecerle.

            En este mundo de mucha gente y mucha soledad a la vez es bueno romper la rutina, es bueno romper los esquemas. Algo así hizo Jesús con el ciego del evangelio de ayer. Piensa en la sociedad de su tiempo, piensa en quienes eran los ciegos y cómo eran tratados y piensa lo que hizo Jesús.

            Agradezco mucho que la gente se acuerde de mí. Y de vez en cuando me gusta coger el teléfono y llamar a alguien para ver cómo está.



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