Carta nº 287 Octubre 1904
“Sea Dios bendito y Él lo remedie todo, que es quien puede, y en su
providencia espero que no nos abandonará”
¿Cómo te sientes
cuando lees por dos partes algo y de pronto te das cuenta que tienen mucho en
común?
Permitidme que
responda: al principio un poco sorprendido, después un poco analítico y por fin
un mucho de confianza, agradecimiento y tranquilidad.
Esto
es lo que me ha ocurrido con la perla que encontré en esta carta y con el
Evangelio de hoy, sobre todo con la parte final. Y me pregunto en quien tengo
puesta mi confianza. Y me sigo preguntando que debo seguir pensando en no
acumular, más todavía, debo dar un paso más y dejar algo de lo acumulado. Pero
sin que llegue a aparecer el vacío, es decir, poniendo en el sitio que le
corresponde a Dios, o como dice la M. Cándida, en la providencia de Dios.
El
dinero da alegría, pero no la felicidad.
Dios
da la felicidad y el dinero suficiente para vivir.
Y
cuando esto, que no es nada fácil, se entiende, es cuando bendecimos a Dios por
lo que tenemos, es cuando aprendemos a desprendernos de lo no necesario. Y hay
una razón de mucho peso para hacer esto: Dios no nos abandona. Ufffff. Escribo
esto y veo lo que me falta y se me ponen los pelos de punta, pero a la vez agradezco
esos momentos donde he puesto en práctica esto de lo que estamos hablando y he
sentido un poco de esa felicidad. Son sensaciones distintas y por desgracia no
tan frecuentes como lo que deberían ser.
Y
así sigo peleando para que mi vida vaya acercándose poco a poco a ese Evangelio
que marca con listones altos el objetivo a cumplir. Lo bueno es estar en
camino, lo bueno es saber que quien te mira es Padre, lo bueno es querer
hacerlo y abrir los ojos, el corazón y las manos. Y así sigo día a día intentando
que mis respuestas y decisiones no salten nunca a la persona. Y sigo luchando a
pesar de que pueda llegar a ver a ese Dios un poco borroso ( como en la foto) ,
pero sé que un día lo veré claramente, un día esa sonrisa será como la luz que
ilumina cada día al amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario