“¡Cuánto cierto es que Jesús no abandona a estas sus pobres e indignas
hijas! ¡Bendito sea!
El
viernes pasado tuvimos la jornada de acogida todos juntos en el patio. Giré
alrededor del lema de esta año “¡Deja ser!, cuyo valor implícito es el del
respeto. Y fue uno de eso momentos donde las palabras podrían haber sido
innecesarios. Fue un momento de esos donde las imágenes y los gestos hablaban
por sí solos.
Y
creo que la perla de este lunes debería ir por esos caminos de la imagen, el
gesto y pocas palabras, pero la M. Cándida, como siempre me recuerda que a
pesar de todo lo que piense, a pesar de todo lo que haga, debo tener presente
al que nunca me abandona, a ese Jesús por el que se hace todo y que debe ser la
razón de nuestros gestos e imágenes. Porque si esto se nos olvida seremos
verdaderos artistas de un sin sentido, y seremos buenos artistas, pero sólo
eso. Y ese no es el plan.
¡Qué
verdad es que Jesús no nos abandona! ¡Cuántas veces hemos experimentado esa
compañía, esa cercanía!
Estamos
intentando construir una mesa y, como en Ikea, tenemos todas las piezas bien preparadas:
-
Respeto a uno mismo
-
Respeto a Dios
-
Respeto a los hermanos
-
Respeto a la naturaleza
Creo que con
las instrucciones del Evangelio y estas herramientas se nos puede quedar en
este curso una mesa preciosa, o por lo menos una mesa mejor que la que teníamos.
Porque se trata de construir lo nuevo o reparar lo que teníamos estropeado. E incluso
puede ocurrir que tengamos alguna pata de la mesa más estropeada que otra. Pues
a por ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario