El Papa Francisco en la Bula “Misericordiae Vultus”
justifica por qué dedicar un año a la Misericordia. Siempre hay que volver a la fuente de la misericordia, para ser
signo de misericordia en el mundo. Es bueno que en determinados momentos lo hagamos
con especial atención y éste es uno de ellos.
Para descubrir a este Dios misericordioso nos basamos en dos
lecturas:
- Ex 34, 5-9 “Dios misericordioso y clemente, lento a la cólera…”En este contexto trajimos a la memoria, en clave de oración, las experiencias que hemos recibido de la misericordia del Señor.
- Jn 8, 1-11” La pecadora perdonada” Contemplando la escena y descubriendo dos puntos importantes: cómo Jesús actúa con misericordia en la conversación con la mujer, pero también cómo se enfrenta con los acusadores para descubrirles su pecado.
Agradecemos a Gonzalo Villagrán, Sj que nos acompañó en este
retiro; su cercanía y la iluminación, a través de la cuál nos sentimos
invitadas a vivir el rostro de la misericordia de Dios.
La Comunidad de Granada.
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