El pasado sábado 24 de octubre pude compartir unas horas de formación con 32 educadores/es de nuestros colegios que están en su tercer curso de Formación. Fue en Madrid y toqué con mis propias manos las ganas y la ilusión, la profundidad y la capacidad de reflexión de un nutrido grupo de gente joven que desde nuestros colegios tiene como horizonte de vida la evangelización.
Y no solo yo me sentí agradecida y privilegiada... también la Madre Cándida, que "escribió" una carta a estos educadores y educadoras... y a cada una de las personas que formamos esta gran familia de la Madre Cándida.
¡Hay presente y hay futuro! ¡GRACIAS!
La Purísima Virgen nos cubra con su manto
Queridos educadores de los
colegios de España,
Me he enterado de que estáis
en el tercer curso de formación y estoy muy contenta por ello. Sé que sois un
grupo muy dinámico, comunicativo y comprometido con el horizonte evangelizador
de la educación.
Por eso quiero deciros que
miréis a vuestro alrededor, que miréis a todos por igual, conociendo las
limitaciones de cada niño o niña y estando atentos a si se pierden en el
camino. De hecho, no solo los miréis, tenéis que verlos. Os animo, porque no
siempre os va a gustar lo que vais a ver, pero no cerréis los ojos, porque con
la ayuda de Dios, todo lo podéis. Seguid mi consejo y educad siempre desde la
mirada más alegre: si os ven sonreír, ellos también sonreirán.
Os animo a que sigáis
evangelizando desde la confianza en vosotros, en los otros y en Jesús, siendo
sustento de la misión que yo un día comencé. Apoyaos entre vosotros, para crear
unas relaciones sólidas y verdaderas, que os ayuden a alcanzar vuestro horizonte
común.
Además, tened presente que el
alimento que Dios quiere no sólo es el físico sino también el espiritual. Así
como el Señor nutre nuestro espíritu, así vosotros debéis nutrir el de vuestros
discípulos, con buenos gestos, con la esencia del evangelio, degustando el amor
y haciéndolo degustar.
Por otra parte, para que
nuestros colegios huelan a FIESTA y ALEGRÍA os invito a la elaboración de un
perfume con magníficos ingredientes. ¿Por qué no empezar con unas gotitas de
compañerismo, un rico aroma de colaboración, una pizca de humildad, sin olvidar
una cucharada de creatividad y una gran dosis de paciencia y generosidad?
Una composición que nos
servirá para impregnar a nuestros alumnos y alumnas con la esencia de Jesús para
la formación de la entera persona.
Por últimos, me gustaría
recordaros que para continuar mi misión de evangelizar y educar a la entera
persona es importante agudizar el oído para escuchar el lenguaje verbal y el no
verbal, para poder llegar a percibir la realidad y responder a ella de la
manera más justa.
¡Ánimo con vuestra tarea!
Vuestra humilde sierva en
Cristo,
Cándida María de
Jesús, F.I.
1 comentario:
Muchas gracias Beatríz. Fue un detalle precioso decir que la Madre Cándida nos escribía y un honor participar de esa carta. Es emocionante leerla e imaginar que es ella quien nos habla. Gracias, Ariadna
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