“Sea todo por el amor de Dios” porque “Dios sabe dar a cada uno lo
suyo, o sea, su recompensa”
Hace unos días
iniciamos otro curso con ilusión, con nuevos proyectos y retos. Hoy es un buen
día. Y, como siempre, la M. Cándida se hace presente de una forma genial. Y es
capaz de unir dos perlas con sentido dentro de la misma carta, dos de esas
perlas que podrían ir por separado, pero que creo que unidas sientan mejor al
cuerpo y, sobre todo, al alma.
Cuando
hablaba de nuevos proyectos y de retos incluyo el seguir con estas perlas
escondidas dentro de las cartas, con estos trozos que destacan sobre el resto
de palabras y te hablan al corazón de una forma diferente.
¿Razón
para seguir? Respuesta: VUELVE a leer las perlas de esta carta y ahí está la respuesta. Así de sencillo. Y si al
leerlas no queda claro, leerlas dos veces un poco más detenidamente. Dios
siempre habla al corazón, incluso a aquellos corazones que aparentemente
parecen cerrados.
Hacer
las cosas por amor de Dios es una buena razón para hacerlas, incluso sin
esperar la recompensa de lo que Dios dará a cada uno. Porque si alguien sabe
dar a cada uno lo suyo, ese es Dios.
La
semana pasada iniciamos el curso al completo en Murcia, ya están los pasillos
como tienen que estar, con los niños, con la alegría de verlos pasar. Hoy se
convierten en razón para seguir amando, para seguir entregándonos a esa
vocación que algunos aprendimos de las Hijas de Jesús y que hoy, miramos con
tristeza que ya no están en Murcia. Es el primer curso desde 1969 que el Colegio
Santa María de la Paz no tiene presencia de Jesuitinas. Y lo digo con
serenidad, con respeto a las decisiones tomadas, con esperanza, con
agradecimiento y sobre todo, con el reto de que lo aprendido y vivido no se
pierda. Así lo digo alto y claro. Con la ilusión de que ese carisma no se
diluya. Al contrario, se abra a realidades nuevas. Se abra a personas nuevas
que puedan descubrir que educar así es una buena manera de que el futuro esté
lleno de buenas personas.
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