Nos
gustaría dejar por escrito algo de lo mucho que hemos vivido esta semana. Ha
sido especial, en ella hemos podido sentir muchas cosas que en la vida que llevamos
a diario se nos escapan, hemos podido apreciar las pequeñas cosas, el tener un
rato de oración, un momento de compartir y lo más importante: el encuentro con
Dios.
El
poder vivir junto a la comunidad de la enfermería, la eucaristía de cada día ha
sido un regalo maravilloso.
Llegamos
al colegio de San Sebastián, Nuestra Señora de Aranzatzu, el día 1 de julio y
allí hemos vivido hasta la mañana del 7, ha sido una semana intensa que ha
merecido la pena.
Durante
estos días hemos profundizado nuestra relación con Dios, y como hijos agradecidos
hemos tenido un encuentro muy especial en los ratos de oración. El silencio y
la predisposición de todo el grupo ha contribuido a ello.
Nos
sentimos felices por esta experiencia y por poder contar con el acompañamiento
de Julia Martín FI y Flora Valdivieso FI, que nos han ayudado mucho.
No queremos
dejar de agradecer a la Congregación la posibilidad que nos brinda todos los
años para hacer un parón en nuestra vida y poder dedicar un tiempo a Jesús, alimentar
nuestra vida espiritual y profundizar en nuestra fe. Gracias de corazón.
Al
evaluar la experiencia de EE vivida, hicimos la pregunta ¿qué ha supuesto para
ti esta experiencia de EE?
Éstas
han sido algunas de las respuestas:
- Ha
supuesto para mí silencio acompañado, dejar tiempo y espacio para oír lo que el
Señor me quiere decir, recuperar alegría y descanso, ordenar prioridades…
- La
experiencia ha sido muy positiva. Un “regalo”. He vivido el proceso de los
ejercicios con explicaciones claras y el acompañamiento que he tenido ha sido
estupendo.
- Ha
supuesto un cambio en la forma de ver las cosas y de poder definir un nuevo
proyecto de vida donde Dios será la cabeza.
- Creo
que ha sido la experiencia más bonita que he vivido hasta ahora. Han sido unos
días preciosos en los que he disfrutado de la compañía de dios, me he conocido
más, he afrontado heridas y temas que duelen, y he sabido lo que dios quiere de
mí en este momento
- Un
encuentro personal con Jesús y el reconocer y sentir el gran amor que nos tiene
El
último día por la noche dimos un paseo por San Sebastián viendo la playa, el
ambiente veraniego, nos tomamos un helado y –cómo no- nos pusimos al cobijo de
la M. Cándida situada como sabéis en la catedral del Buen pastor. Que Ella nos
ayude a vivir la 5ª semana A.M.D.G.
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