01 julio 2015

PRIMERA JORNADA DE PENSAMIENTO FE-JUSTICIA. Actualizando el diálogo entre la fe y la lucha por un mundo más justo


Los días 26 y 27 pasado he participado, enviada por Entreculturas, en dicho encuentro, en Barcelona, organizado por el Centro de los Jesuitas “Cristianisme i Justicia”. Los participantes éramos unos 80, procedentes de diversas asociaciones vinculadas a la Compañía de Jesús.
El objetivo era actualizar el diálogo entre la fe y la lucha por un mundo más justo; el viernes por la tarde se abrió el encuentro con dos ponencias a cargo de José Ignacio G. Faus sj y Lucía Ramón, filósofa y teóloga laica; profesora en la Facultad de Teología, de Valencia. El tema era “Injusticias en un mundo herido, globalizante y cambiante. ¿Cómo responder al reto desde el diálogo fe-justicia?”.
Durante todo el sábado tuvimos cuatro meses redondas con diversos aportes sobre estos temas: cristianismo en la posmodernidad – la cuestión eco-social – la precariedad laboral – los movimientos sociales.
En la primera mesa escuchamos las reflexiones del filósofo Josep Cobo; Anna Ortin, también profesora de filosofía; y Joan Carrer, de moral fundamental. El tema era “Cristianismo y Posmodernidad. Hacia una nueva apertura a Dios”. Aspectos como el mal, la necesidad de recuperar el carácter escandaloso del cristianismo, la revelación de Dios bajo el horizonte de la catástrofe, la situación de injusticia de la mujer en la iglesia y el sexismo en terreno eclesiástico, así como la necesidad de recuperar desde lo cristiano el sentido comunitario, fueron puestos de relieve con gran claridad.
La segunda mesa con el tema “De la ‘cuestión social a la cuestión eco-social’. ¿Qué implicaciones comporta este cambio para la teología y la praxis eclesial?, estaba integrada por Jaime Tatay sj, ingeniero de montes; Ma. del Mar Magallón, directora de Alboan y Santiago Alvarez, director de Fuhem Ecosocial, los cuales nos fueron llevando desde la capacidad del ser humano para trasformar el planeta al disfrute de los bienes que proporciona la naturaleza;  no podía quedar fuera la oportuna Encíclica del Papa Francisco como propuesta para afrontar la crisis medioambiental.
Por la tarde abrieron la tercera mesa Toni Comín,  Teresa Crespo y Darío Mollá sj, con el tema “Trabajo, precariedad y exclusión social. ¿Cómo reconstruimos la idea de ciudadanía?. Se ofrecieron reflexiones sobre la responsabilidad social que supone no separar fe y justicia, la precarización creciente del actual mercado laboral, de la necesidad de promover alternativas de democracia económica y social y de la posibilidad de vivir la propia dignidad desde ámbitos distintos al del trabajo.
En la última mesa formada por Jesús Sanz, antropólogo; Neus Forcano, miembro del Col-lectiu de Dones en l’Esglesia y de Procés Constituent; y Pepe Laguna, músico y teólogo, se nos dieron aportes sobre el tema “Movimientos sociales y alternativas políticas: ¿Otro mundo posible ya se está construyendo?”: cómo podemos fomentar hoy economías no centradas en la acumulación. Los aportes del feminismo dentro de los movimientos sociales en cuanto a empoderamiento y respeto a la diversidad de identidades. Relación entre escatología y política para construir un lenguaje movilizador y una política que se abra paso hacia la eutopía…
Personalmente me llegaron mucho la primera y segunda mesas.  Las preguntas sobre Dios hoy me abrieron un gran horizonte porque creo que tras muchas apariencias –y realidades- de la indiferencia o negación de Dios, podemos encontrar razones para la esperanza y formas de vida con gran compromiso que nos ofrecen una imagen de Dios,  quizá no como en otras épocas,  pero no menos veraz.
Y respecto de la segunda, la búsqueda de espiritualidad que se intuye detrás de muchos movimientos medioambientales y el fuerte mensaje de Francisco en Laudato si sobre la cuestión social como “eco-social”.
Esta metodología permitió un abanico grande de puntos de vista sobre cada tema, al estar cada uno de ellos abordado por personas diversas;  algunas personas ya preparadas hacían la primera reacción a lo escuchado y después el diálogo se abría al grupo entero.
Los contenidos fueron en conjunto muy interesantes y enriquecedores, respondiendo a problemáticas actuales y en algunos caso, urgentes; diálogo plural en posturas, puntos de vista, edades, procedencias… es posible dar y recibir aportes diversos y hacerlo con respeto y acogida cordial a la escucha de todos y cada uno de los participantes.
El hecho de que pasáramos todo el tiempo juntos y de que fuimos alojados en familias y comunidades religiosas, contribuyó de manera muy especial, al ambiente de relaciones amplias y muy amables, que se dieron entre nosotros. La organización fue muy buena, cuidada en todos sus detalles y tiempos, lo cual dio la posibilidad de vivirlo con intensidad pero con mucho agrado.
Por María Luisa Berzosa FI

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