01 junio 2015

BODAS de ORO en MADRID


En la comunidad ampliada de Madrid cuatro de nuestras hermanas celebraron ayer 31 de Mayo sus Bodas de Oro en la Congregación: Adelina Zanetti, Lucía Blanco, Milagros Santana y Petra del Real.


A las 6 de la tarde estábamos convocadas para la celebración de la eucaristía y fuimos llegando a la casa Mater Purissima desde todas las casas de Madrid; unas 50 hermanas nos congregamos en la capilla acompañadas por Pedro, sacerdote hermano de Petra y Javier Quintana sj.


Comenzamos con el saludo inicial de Nieves, como superiora, hablando de la historia tejida de encuentros entre lo humano y lo divino que forman la vida de cada una de las hermanas. Un video con fotografías recuerdo de sus años de familia y en la Congregación, alternando con la imagen del tejido, nos introdujo en la Palabra de la fiesta de la Visitación. 


Pedro en su homilía, nos habló de recordar, no como algo propio de la memoria, sino de volver a vivir las cosas desde el corazón. Jesús les había preguntado si querían colaborar en su proyecto y habían dicho que sí porque se lo habrían creído y caminaron en esa dirección. Como María, que da su “sí” y se lanza a lo que Dios la presenta como programa de vida.



Los votos, continuó Pedro, nos sitúan en lo contrario de lo que pide la sociedad de hoy y tiene futuro porque nos motiva el amor de Cristo conocido y al que hemos querido corresponder con nuestra vida.

Javier, nos dejó una palabras entrañables recordando su vinculación desde niño con las Hijas de Jesús, su primera comunión en el colegio de Ayala, sus últimos votos en el Colegio Mayor Berrospe, su colaboración dando el mes de Ejercicios a las hermanas en Roma … toda una historia de vínculos afectivos con muchas hermanas, especialmente con Adelina.


Cantos, peticiones, ofrendas, renovación de votos, acción de gracias … toda la celebración fue muy emotiva y participada, teniendo presentes a todas las Hijas de Jesús extendidas por el mundo y las necesidades de nuestro mundo. Después de la comunión el “magnificat” personal de cada una de las hermanas:

  • “gracias por tu fidelidad que me sostiene, testigo de un misterio que me sobrepasa; por la actitud filial y fraterna de Cándida María de Jesús” … Milagros
  • “gracias por los 53 años de vida religiosa, porque los cuento desde la salida de casa; por la familia, por María, porque me acompañas siempre” … Lucía
  • “gracias por quererme a pesar de mis límites; por tantas Hijas de Jesús, por mi familia que me hizo fácil sentirte como Padre” … Adelina 
  • “agradezco a Dios que me ama, a Jesús como camino y al Espíritu que me anima; también gracias por este momento que se da en la iglesia y en la congregación” Petra
Cerramos estos testimonios con un cálido aplauso, cantamos el Magnificat y salimos al patio del colegio donde compartimos una merienda-cena preparada con exquisito detalle por las hermanas del Mater y allí estuvimos largo rato de sobremesa espontánea gozando de la fraternidad y de nuestra fiesta de familia. Con el canto del himno a la M. Fundadora nos despedimos con el corazón agradecido y consolado por “tanto bien recibido”.
Por María Luisa Berzosa fi

No hay comentarios: