El 31 de mayo en Salamanca es siempre especial. Este año en el 170 cumpleaños de Santa Cándida celebraba sus bodas de oro de vida consagrada Mª Inés Cruz Maíllo.
Ante la M. Cándida celebramos la Eucaristía, como
todos los domingos, a la que asistieron ,además de los habituales, un grupo de
antiguas alumnas, amigos y miembros de la familia de M. Cándida… En la
celebración se presentó, a través de algún gesto, la vida de la M. Cándida y la
de Mª Inés Cruz. Simbólico, pero muy significativo .
Por la tarde tuvimos unas preciosas Vísperas en las
que estuvieron presentes unas 35 hermanas de de las comunidades de Salamanca.
Fue una celebración sencilla, pero muy evocadora,
entrañable y muy participada. En ella predominó la gratitud al Señor “por tanto
bien recibido” a través de la M: Cándida y de las hermanas que hacían las bodas
de oro. Toda la Congregación estuvo presente también en la celebración ante la
M. Fundadora.
En el comedor compartimos un tiempo amplio para la merienda y sobremesa. Terminamos, alegres, este día lleno de significado y de gracia para todas y especialmente para la hermana que celebraba sus bodas de oro.
En el comedor compartimos un tiempo amplio para la merienda y sobremesa. Terminamos, alegres, este día lleno de significado y de gracia para todas y especialmente para la hermana que celebraba sus bodas de oro.
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