28 mayo 2015

LUCÍA BLANCO FI: "ES HORA DE FIARME PLENAMENTE DE DIOS Y DE DECIRLE CON TODAS LAS CONSECUENCIAS “AQUÍ ESTOY SEÑOR PARA HACER TU VOLUNTAD”


Pertenece a la provincia ESPAÑA-ITALIA 
Comunidad de Madrid. Casa Mater Purissima

Estos cincuenta años de vida religiosa han sido para mí un tiempo en el que ha habido sorpresas, luchas, gozo, dolor, me atrevería a decir que sobre todo gozo “El Señor ha sido bueno conmigo y estoy alegre”.
He podido mantener mi fe y esperanza fiándome de Dios que me llamó a su servicio, sin duda apoyada por la Congregación y algunas hermanas (aquí destacaría a mi maestra de novicias C. Zamalloa) que siempre me han invitado a dar lo mejor de mí misma desde el carisma que Cándida Mª de Jesús quiso imprimir en nuestra Congregación de Hijas de Jesús.
La Fe me ha ayudado a tratar de comprender qué significa el que Dios me haya llamado, elegido y cómo debo darle yo una respuesta generosa, lo he intentado, no siempre lo he conseguido por lo que pido perdón, no obstante me siento con fuerzas para seguir adelante apoyada en esa frase que elegí  para mi recordatorio de  primera profesión “Sé de quién me he fiado”.
Hoy miro el pasado, presente al futuro con los ojos de ese Dios que me comprende, me ama sin yo merecerlo.
Lejos de sentir que la vida se va agotando, siento que más que nunca tengo que caminar con paz, sin prisas ni protagonismos y descubrir que cada experiencia vivida, humana, espiritual, de dolor o gozo cobra en mi una nueva dimensión y que es necesario que siga manteniendo mi “SI” como hizo María, es hora de fiarme plenamente de Dios y de decirle con todas las consecuencias “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.
A las hermanas en formación diría que cada día vivan la llamada como el primer día, con ilusión, gozo y generosidad a Dios , a la Congregación que las acogió, que la fuerza para vivir esa entrega la encontrarán cada día en la oración y siendo testigos del evangelio de Jesús, que tengan siempre a María por madre y maestra de sus vidas.
En su Comunidad pueden encontrar apoyo, que Dios se vale de mediaciones, que sin duda se dejen guiar por quien tiene experiencia y que solo en la entrega, el amor a Dios y a los demás encontrarán la felicidad.
A los laicos y laicas: que se sientan parte de esta familia, que sin duda son acogidos con cariño, y llamados a vivir el carisma de Cándida Mª de Jesús, que están en el mismo plano de igualdad y corresponsabilidad en esta labor hermosa que tenemos entre manos, la educación de niños y jóvenes.
La Comunidad educativa que formamos laicos y religiosas es el ámbito en el que mejor podemos conseguir los objetivos y crecer en nuestra condición de educadores que hoy nos pide la sociedad, la Iglesia y la Congregación de Hijas de Jesús.

No hay comentarios: