18 mayo 2015

"La falta de corresponsabilidad fiscal indica el divorcio entre la institución y sus laicos"

Un 69% de los encuestados por el CIS se considera «católico». Pero la distribución de los «católicos» es muy diversa en el tejido social español. El 61% responde que nunca o casi nunca asiste a misa. El catolicismo cultural que todavía impregna gran parte de la sociedad española no tiene la dimensión política y social que implica la apuesta por los valores, la ética personal y la moral cristiana. El mismo día en que se hacía pública la anhelada encuesta de intención de voto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de noviembre, se publicó por este organismo estatal una más discreta encuesta sobre opinión fiscal de los ciudadanos. La escasa atención recibida por esta encuesta no desmerece de su importancia, probablemente mayor que la muy debatida encuesta electoral. En ella, se incluyen tres preguntas referidas a las opiniones y las prácticas religiosas, que tienen también su aquel. España no ha dejado de ser católica... A la pregunta de «¿Cómo se define Ud. en materia religiosa: católico/a, creyente de otra religión, no creyente o ateo/a?», un 69,1 por ciento de los encuestados contesta que «católico». Pero la distribución de los «católicos» es muy diversa en el tejido social español: son más abundantes entre los votantes de partidos mayoritarios que entre los minoritarios: en primer lugar el PP, pero a continuación los votantes del PSOE, se proclaman muy mayoritariamente como católicos. El voto en blanco también es una práctica extendida entre la población que se considera católica. Incluso entre los votantes de IU, más de un tercio se declaran católicos.
Por Joaquín Arriola (HOAC)

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