Celebrar una fecha, un acontecimiento, es abrirnos a esa semilla
depositada en el surco de la historia, que nacerá, brotará, crecerá y
surgirán los granos que en un futuro serán molidos y se harán pan para
alimentar a otros.
Esta fecha 31 de mayo de 2015, una vez más
nos trae al corazón aquella otra que en Andoain un 31 de mayo de 1845,
es en el surco donde viene a la vida nuestra querida Madre Cándida. Su
entorno, familia, hija de Juan Miguel Cipitria y Mª Jesús Barrila,
familia numerosa, humilde y cristiana, la parroquia, vecinos, personas
serán el agua, el viento, el sol la lluvia que irán ayudando para que se
fuera cumpliendo el sueño que Dios tenia para con ella. El plan que
tenía su Divina Majestad que poco a poco enamorará a Juan Josefa. El
entorno familiar y los acontecimientos que le irán sacudiendo la pondrán
en un futuro, un viernes santo en Valladolid (2 de abril de 1869), ante
el altar del Rosarillo, en ese momento en su corazón ya prendido de
amor a Jesús, después de la búsqueda que durante años ha tenido que
hacer, no sin dificultades y “ver las cosas delante de Dios”, encuentra
el TODO DE SU VIDA. La obra es importante, pero sobre
todo nos indica Santa Cándida María de Jesús, está en saber de dónde
procede y de donde depende. Es como ese dicho que dice: “dame un punto
de apoyo y moveré el mundo”. Ella lo expresa mejor “El mundo es pequeño
para mis deseos”. No es una ONG lo que sueña y planifica nuestra santa,
es algo más, es hacer posible que el Amor de Jesús, nuestro Padre llegue
a los prójimos, en especial aquellos que más lo necesitan.
Por Miguel Ruano
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