19 abril 2015

Un modesto ingeniero jubilado que hace temblar a las ELÉCTRICAS

Antonio Moreno Alfaro es un ingeniero industrial sevillano que trabajó durante cuatro años en la filial española de la multinacional suiza Landis & Gyr, primer fabricante mundial de contadores de la luz, “de la que fue despedido en noviembre de 1994 mediante una denuncia falsa, en represalia por haberse negado a participar en el grupo clandestino Contact”. En 1991, dicho grupo estaba formado por directivos de Landis & Gyr, Siemens, Schlumberger, AEG y Metrega y tenía como objetivos suministrar al Ministerio de Industria precios de venta falsos, repartirse consensuadamente el mercado e imponer a los distribuidores unos precios de venta que hacían antieconómica la compra del contador y obligaban al usuario a alquilarlo a la compañía eléctrica.
Antonio estuvo en una de aquellas reuniones. “En 1991, en Madrid fui a una de aquellos encuentros. El grupo Contact asignaba a cada fabricante una cuota de mercado, que se traducía en un número determinado de contadores”. Tras venderlos, el fabricante debía subir los precios, para que fuera otro el que vendiera. El grupo Contact se reunía periódicamente, para analizar las ventas de cada fabricante y comprobar que las cuotas de mercado asignadas eran respetadas. Landis & Gyr, según destaca este ingeniero, “engañaba al resto de los fabricantes, pues presentaba cifras de venta inferiores a las reales”.
Por María Serrano

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