Sir Anthony Seldon es el director del Wellington College,
un prestigioso internado inglés para alumnos entre 13 y 18 años, creado
en 1859. Aunque sea una linajuda institución de la época victoriana,
hoy se ha convertido en uno los centros educativos más avanzados del país. En 2006, Seldon introdujo las que se conocen como «clases de felicidad», una asignatura de una hora a la semana donde simplemente se trata de enseñar al niño a vivir. Profesores especializados promueven debates sobre las emociones, se fijan objetivos vitales positivos y se enseña al alumno a sobrellevar la tensión del día a día, incluso las que genera la nueva conexión constante a las redes.
Seldon está encantado con su experiencia. Alardea de que desde que Wellington ha implantado las clases de felicidad es
el colegio del Reino Unido donde más han mejorado los resultados
académicos convencionales. «El Gobierno del Reino Unido y otros de todo
el mundo están cometiendo un error al plantear una disyuntiva entre los
resultados académicos y la buena salud mental y el bienestar de los
estudiantes. Las buenas escuelas son las que logran combinar ambas
cosas». Seldon cree que ante el apremio de los buenos resultados inmediatos la mayoría de los centros se han convertido en «fábricas de examinar». Las clases de felicidad de Wellington se empiezan a impartir a partir de los cinco años.
Por Luis Ventoso
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