22 abril 2015

CONCERTINAS en el MAR

Para quien observa el riesgo inmenso que corren quienes intentan llegar a las costas europeas, este peligroso viaje puede parecer un salto suicida. Para quien vive en medio de la violencia, la posibilidad de alcanzar Europa es una oportunidad vital, incomparablemente mejor a quedarse esperando que llegue la muerte. Quienes cruzan el Mediterráneo están escapando no sólo de guerras; la pobreza extrema es también una forma brutal de violencia. Para ellos/as, este viaje significa la vida. Vienen a este rincón del mundo sin guerras, para huir del hambre y la violencia. A Europa, un continente más rico aún en medio de la crisis, que sostiene, con dificultad, un contradictorio discurso sobre derechos humanos, que son menos derechos cuando se trata de extranjeros pobres.
Por Gaby Jorquera
Foto de El Roto, de El País

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