10 marzo 2015

TERESA de JESÚS, una santa en REBELDÍA

Santa Teresa de Jesús escribió, además de muchas cartas y poemas, cuatro grandes obras: «El libro de la vida», «Camino de perfección», «Castillo interior» y el «Libro de las fundaciones». En su tiempo, estos escritos no fueron comprendidos por todos no obstante su genialidad. Ella sabía muy bien que el Santo Oficio no se fiaba ni de la obra fundadora ni de los libros que escribía; de hecho, temía constantemente ser delatada: «Iban a mí con mucho miedo a decirme que andaban los tiempos recios y que podría ser me levantasen algo y fuesen a los inquisidores», escribe en «El libro de la vida». A pesar de este cuidado, sus primeros problemas empezaron muy pronto, en 1559, cuando se publica el «Índice de Libros Prohibidos» del inquisidor Fernando de Valdés. Los inquisidores registraron la pequeña biblioteca que Teresa tenía en el Monasterio de la Encarnación y requisaron algunas obras. Ella escribe: «Cuando se quitaron muchos libros de romance, yo lo sentí mucho». A partir de este percance, los censores empezaron a examinar con lupa sus escritos y dejaron abundante constancia de sus correcciones: tachan párrafos y le hacen arrancar páginas enteras o rehacerlas, como se decía entonces, de «sana planta». Uno de los censores, refiriéndose a sus disertaciones sobre el amor, anota al margen la siguiente advertencia: «Váyase con tiento». La obligaron a rehacer entero el «Camino de perfección». Y ella, sumisa, obedeció el mandato; pero conservó en una arquilla del convento de San José de Ávila el cuaderno primero, que hoy se guarda en El Escorial.
Por Jesús Sánchez Adalid

No hay comentarios: