11 marzo 2015

Por lo que más quiera, no vuelva a decir “Feliz día de la mujer”

Yo en general soy una persona alegre y afable. Pero el 8 de marzo y el sinnúmero de “feliz día” que le acompaña es la criptonita de mi buen talante. El día de la mujer es para mí como la Navidad para el Grinch.
Y no es porque me parezca mal que dediquemos un día al año a hablar sobre la realidad de las mujeres, lo que me indigna son los discursos inflamados acerca del enorme sacrificio que las mujeres hacen cotidianamente y lo heroicas que son por cuidar de sus familias, trabajar a la vez y mantener el peso del mundo sobre sus hombros. Valdría la pena recordar que si conmemoramos este día no es por lo enternecedor de este esfuerzo, sino porque este es un sacrificio desproporcionado e injusto, y las mujeres pagamos un alto precio por él.
Por Gaby Jorquera

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