El Servicio Jesuita a Migrantes se une a tantas voces que reprueban el
incumplimiento de los procedimientos de devolución y la aprobación de un
régimen especial para impedir las entradas irregulares de personas
extranjeras en Ceuta y Melilla. Son prácticas y normas que hacen
retroceder el Estado de Derecho, y que nos envilecen como sociedad.
1. La creación de un marco legal diferente para Ceuta y Melilla no
tiene justificación posible. No había vacío legal. La ley de extranjería
regula muy claramente la forma de gestionar los intentos de entrada
irregular en el territorio español. El propósito de la reforma es
soslayar los derechos humanos en la ejecución del control de fronteras.
2. La reforma crea una nueva figura jurídica: el rechazo en el
perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla; pero no le da contenido. No
define en qué consiste el rechazo. Ni detalla el procedimiento que debe
seguirse. Ello causa una máxima inseguridad jurídica. El Gobierno debe
establecer y clarificar urgentemente:
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