29 marzo 2015

Entrevista de la Agencia EFE cardenal Blázquez, presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid

PREGUNTA: El pasado 12 de marzo se cumplió un año de su nombramiento como presidente de la CEE ¿Qué balance hace de estos meses?
RESPUESTA: Es un balance de agradecimiento a los compañeros obispos que, en una proporción alta, quisieron que presidiera de nuevo la CEE. Me puse a su disposición teniendo en cuenta cuál es la misión del presidente de la CEE, que no tiene autoridad sobre ningún obispo ni tampoco sobre las diócesis.
Desde el punto de vista de los trabajos de la CEE, en buena medida han venido determinados por convocatorias que el papa ha hecho a la Iglesia Universal, como las dos asambleas del Sínodo de los Obispos sobre el matrimonio y la familia.
Un punto importante en la próxima Asamblea será el documento “El servicio de la Iglesia a los Pobres”. En medio de las crisis que venimos arrastrando de orden laboral y económico… si una persona no puede llevar el pan de cada día a su familia, se siente humillado. Somos conscientes de todo esto y, si Dios quiere, aprobaremos este documento en la Plenaria del mes de abril.

P: El papa Francisco ha traído nuevos aires. ¿Se trata de una cuestión de comunicación o supone un cambio para la Iglesia?
R: Seguramente las dos cosas. Hay un estilo nuevo y también unos subrayados nuevos, evidentemente sin rupturas. Pretender encontrar fisuras entre el pontificado del papa emérito y el pontificado actual sería una empresa desesperada, no tendría éxito, pero ciertamente hay un estilo, por ejemplo de comunicación.
Es un excelente comunicador, también en la forma de acercarse a las personas y diariamente nos está dando pruebas.
Yo tengo un recuerdo muy vivo del principio de su pontificado, del gesto que tuvo un miércoles en Audiencia General. Habían acercado a una de las vallas por las que iba a pasar el papa-móvil a un señor, ya entrado en años, que tenía una enfermedad de la piel que le había desfigurado el rostro y, cuando el papa lo vio, se bajó del coche, se acercó a él y le dio un abrazo. Yo no había visto una versión en los últimos tiempos tan elocuente del abrazo de san Francisco de Asís al leproso y este tipo de gestos los tiene muchas veces y creo que esto también es una novedad.
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